(…) Europa en general y su izquierda en particular se absuelven de sus propias faltas morales y sus grotescos errores intelectuales vertiéndolos sobre el gran chivo expiatorio que es América. Para que la estupidez y la sangre desparezcan de Europa, es necesario que los Estados Unidos, a contracorriente de todas las enseñanzas de la historia verdadera, pasen a ser el único peligro que amenaza a la democracia. Incluso en la época de la guerra fría, de nada servía que la Unión Soviética o China se anexionaran la Europa central o el Tibet, atacasen a Corea del Sur, esclavizaran los tres países de Indochina, satelizasen a varios países africanos o invadieran Afganistán, de ello resultaba para los europeos, de Suecia a Sicilia, de Atenas a París, que el único «imperialismo» existente era el americano.
“Cabeça de extremista”
Há um dia