terça-feira, 18 de novembro de 2008

EL REGRESO DEL IDIOTA (22): CUBA DEPOIS DO FIM DA MESADA SOVIÉTICA



Los noventa, y hasta entrado el siglo XXI, fueron los tiempos en los que, a regañadientes, se toleraron ciertas actividades privadas, el envío de remesas desde el exilio, la libre circulación del dólar, el turismo y las inversiones mixtas, nombre que se les dio a las asociaciones entre empresarios extranjeros inescrupulosos y el gobierno, dedicadas a explorar la mano de obra increíblemente barata y dócil de unos trabajadores cubanos carentes de derechos sindicales y de la posibilidad de protestar por la confiscación de hasta 95 por ciento de sus salarios por medio de un cambio tramposo: los inversionistas extranjeros le pagaban al gobierno 400 dólares por los servicios de cada obrero, mientras el gobierno, a su vez, remuneraba al trabajador con 400 pesos cubanos. El cambio oficial era, aproximadamente, 25 a uno; el salario real, pues, era de 16 dólares mensuales. Pero esas mínmias aperturas comenzaron a clausurarse paulatinamente a partir de 1999, cuando Castro sintió que el régimen, tras tocar fondo, había comenzado a recuperarse (...) el gobierno había decretado la pobreza más austera califocándola como virtud revolucionaria, mientras declaraba que el consumismo era un crimen de lase humanidad, todo lo que supuestamente requerían los cubanos para lograr la felicidad total era un mínimo de comida y ropa para subsistir, y eso se podía lograr con uma marga combinación entre las exportaciones de níquel, los ingresos por turismo, las remesas de los exiliados y otras minucias. Lo recolucionario, pues, vomsigna que, además, le garatizaba al gobierno la existencia de una ciudadanía apática y sin expectativas, perfecto estado de ánimo para obedecer sin chistar.