sábado, 2 de maio de 2009

NA VENEZUELA TEM MUITAS ELEIÇÕES, MAS ELAS NÃO MUDAM NADA...

Uno de los mitos que permite la expansión del cáncer democrático es la idea de que todos formamos parte del estado, que con nuestra participación en las votaciones influenciamos la dirección en la que se mueve el estado y que, por lo tanto, las acciones del estado son un reflejo de nuestras preferencias libremente expresadas.

Desde luego tal noción es absurda. Los brujos y santeros son más ingeniosos con sus engaños esotéricos. Y sin embargo, la mayoría de la gente todavía cree que votando se pueden cambiar las cosas.

Pues ahí lo tienen: en Caracas salieron a votar y eligieron a un alcalde no afiliado al chavecismo. La respuesta de Chávez es, como dije más arriba, usurpar el poder leguleyamente y nombrales a los caraqueños, in your face por decirlo de alguna manera, una alcaldesa nueva y radiantemente roja. En estos momentos debería haber unas 722.822 personas aprendiendo una nueva e importante lección, cortesía de Hugo Chávez: votar no cambia nada, nunca lo ha hecho y nunca lo hará.

Daqui.